Como es habitual cuando se cierra un prolongado ciclo político, en este caso encabezado por la Concertación, se produce una dispersión de los partidos y sus elites y deben hacer un largo aprendizaje para instalarse en la oposición. Ya no existe el ancla de contar con el gobierno y por tanto de poseer la iniciativa política. Ahora la centro-izquierda debe gradualmente rearmarse desde los partidos y el parlamento sin el factor ordenador o el vértice de poder que residía en el gobierno. Leer más