En esta interesante conversación, Jaime Gazmuri traza el decurso de la izquierda en Chile desde el periodo de la Unidad Popular, haciendo un parangón con los procesos políticos mundiales. Establece el sentido profundo del proyecto de Salvador Allende al buscar afianzar un ideal de socialismo democrático que no era mayoritario en la coalición que lo apoyaba. Al mismo tiempo indica cómo la izquierda chilena nunca desarrolló un pensamiento socialdemócrata, más allá de los atisbos originales y precursores de Eugenio González, uno de los fundadores del PS local que no tuvieron la resonancia esperada por el marcado leninismo que nutre a la izquierda durante décadas. Ese desafío queda pendiente. Tarea que al calor de la reinstalación de la democracia el año 1990 no logra ser abordada por la urgencia de gobernar; hubo políticas reformistas y graduales pero que no alcanzaron la necesaria reflexión de más largo aliento que plasmara un pensamiento desde una atalaya socialista democrática. Esta entrevista es un notable reflejo de cómo Gazmuri vivió intensamente todo este proceso histórico desde una posición relevante y honesta.Esta es la primera parte del diálogo que sostuvimos.
En esta segunda parte, Jaime Gazmuri analiza los aspectos políticos más relevantes del nuevo ciclo de la sociedad chilena. Las diversas posturas de los núcleos intelectuales, el rezago de los partidos para asumir las nuevas realidades y cómo el conjunto de instituciones del país deben asumir las pulsiones y conversaciones de la sociedad. Gazmuri hace un categórico llamado a que los partidos de la Concertación y otros estamentos políticos y organizaciones sociales discutan sobre los lineamientos programáticos que debe recoger un gobierno progresista. Ganar las elecciones no basta, es preciso tener una clara ruta de lo que es posible hacer. De otra manera se avecina un tiempo complejo que puede estar dominado por la fragmentación y la falta de rumbo.